El viernes inmediatamente anterior al primer domingo de septiembre, Villarreal recibe a su patrona la Virgen de Gracia a la entrada de la población, aunque son muchas las personas que suben hasta el hermoso paraje del ermitorio para acompañar a la imagen en romería hasta la ciudad.
Además, el camino de la ermita se llena de enramadas que realizan los vecinos de los “masets” de la zona para engalanar el paso por sus parcelas, al tiempo que salen para ver a la Patrona y unirse a la misma, en su traslado hasta la Iglesia Arciprestal.
Este acto, además de marcar el inicio de las fiestas dedicadas a Virgen de Gracia, tradicionalmente ha marcado también el final de la época estival de la mayoría de los villarrealenses, ya que al mismo tiempo que esta trasladaba temporalmente su residencia desde el ermitorio a la ciudad, los que tenían la suerte de veranear fuera de la población, también regresaban a sus domicilios habituales, para disfrutar de las fiestas y al mismo tiempo recobrar la rutina que marcará los días de invierno.
En la actualidad, aunque muchas familias tienen su residencia veraniega fuera del término de Villarreal, bien sea en Burriana, Benicasim, Oropesa,… la tradición se mantiene, y si bien algunos alargan un poco más sus vacaciones, no suelen ir más allá del final de las fiestas.
Para los más jóvenes, el traslado de la Virgen viene a coincidir con el final de sus vacaciones escolares, pues durante la semana siguiente da comienzo el nuevo curso escolar.
Con todo ello, la población, que durante el verano, y principalmente durante la segunda quincena de agosto, ha permanecido aletargada, va recobrando su habitual ritmo; la vida se multiplica en las calles, en los comercios, en los bares, en las escuelas,… en toda la ciudad.
Es de esperar y así lo deseo, que nuestros conciudadanos, que tendrán que llenar de nuevo sus despensas, renovar vestuario, acondicionar sus viviendas, adquirir el material escolar de los hijos,… visiten primero los comercios de nuestra ciudad, a fin de paliar un poco la crisis, antes de irse a los grandes almacenes o centros comerciales de la capital.
Así, pues, a partir del próximo día 3 de septiembre, nos vemos por Villarreal.
4 comentarios:
Caldria esperar que, aquells que pertanyen a penyes i colles, pensaren en els que treballem i no tenim una segona residència per a poder refugiar-nos del soroll.
Caldria esperar que, a una hora més o menys "decent" baixaren la música i el parlar s'amortiguara una miqueta.
Caldria esperar que tots aquells que gaudeixen de la festa pensaren una mica en els que no poden.
Us recorde que estem en crisi i els llocs de treball tremolen.
Efectivament, tal i com comenta Anònim, deuríem respectar a tots aquells que no volen o no poden gaudir de la festa per que el treball (no oblidem de l'obligació es antes que la devoció) , els ho impedix.
Pensem en ells i respectem les ordenances municipal que marquen unes hores per tancar la música.
(Podeu rellegir l'entrà de septembre de 2009 "El ruido en fiestas")
I alguns pocs extranys que ens dediquem a estudiar una carrera universitària, no guadim ni d'un dia de festes... es més llarg el període d'exàmens que el de festes!
Si, però fins les carreres més llargues s'acaben.
No et desanimes i estudia, ja gaudiràs de les festes després, i la carrera no te la llevarà ningú.
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