Intercambio de enlaces. "Interenlázate"

Los anuncios que encontrará en esta página provienen todos del programa Adsense de Google, con la garantía que ello supone. Puede curiosear en ellos sin ningún problema y riesgo.

Plaza Mayor Villarreal le ofrece la promoción gratuita de su negocio per medio de:

https://pfont.eu/comercios

sábado, 25 de abril de 2020

El debate como asignatura.


La proliferación de las redes sociales hace que, cada vez más, interactuemos por escrito con personas de toda índole, bien por ser amigos, conocidos o simplemente integrantes de un mismo grupo de opinión.

El lenguaje oral, apoyado de gestos y expresiones, matiza de diferente modo nuestros comentarios, pudiendo permitirse el lujo de ser menos correcto y más coloquial en sus expresiones, sobre todo cuando existe una estrecha relación de amistad entre los contertulios.

Así, es habitual intercalar expresiones soeces y malsonantes entre las frases, que el receptor del mensaje podría interpretar como una falta de respeto, incluso un insulto, si esto se vertiera por escrito, sin que ello perjudique el mensaje.



Si importante es la ortografía y la gramática en las expresiones escritas, tanto o más lo es la manera con que expresamos nuestras ideas. La claridad y la concreción, sin perdernos en divagaciones que alarguen su lectura y difuminen la idea que queremos expresar, son cualidades que el lector suele apreciar.

Evidentemente, también la educación a la hora de expresarnos. Salvo contadas excepciones, y en ámbitos muy familiares o de amistad, las muletillas, los vocativos o adjetivos peyorativos, no deberían tener cabida en este lenguaje, salvo que, realmente, se pretenda ofender al receptor del mensaje.

Si en una conversación al uso, los temas suelen ser próximos a alguno de los participantes, salud, trabajo, aficiones,… en un debate propiamente dicho, los temas suelen ser ajenos a los mismos, aunque ambos deben tener formada una opinión, como la política, el arte, la religión,…

Lo habitual es que una parte se posicione a favor de alguna idea defendiéndola, y por el contrario la otra parte, en contra, la rebata.

Pero es demasiado frecuente, y por eso de la propuesta del debate como asignatura, encontrarnos enfrascados en algunos, en que en un momento dado, uno de los participantes se queda sin argumentos, y en lugar de defender su posición, pasa a atacar a la persona contraria, entrando en descalificaciones que perjudican el debate, cuando no lo cortan de raíz.

Igualmente incorrecto, es intentar desmontar la postura contraria con argumentos que nada tienen que ver con el tema tratado.

En fin, dado que cada día, los medios de comunicación nos permiten interactuar con más y más personas, no estaría mal que estos intercambios de ideas y opiniones fueran lo más correctos posibles, para que en lugar de generar antipatías por quien piensa diferente, ayudara a fomentar el respeto y la aceptación de estas personas con ideas contrapuestas a las nuestras.

Entradas populares