Con la Liga decidida a favor del Barcelona, la segunda posición para el Real Madrid y los puestos Champions para el Valencia y el Villarreal, parecía que el partido de ayer, de puro trámite, iba a ser un partido de guante blanco, en el que el Real Madrid y el Villarreal, hubieran mostrados dos conceptos de fútbol diferentes y en el que hubiera ganado el mejor, sin las habituales ayudas arbitrales que suelen decantar los resultados a favor de los grandes.
Al mismo tiempo el árbitro tenía la posibilidad de demostrar que sabe dirigir un partido, sin las presiones que habitualmente tienen, para conseguir que ganen los poderosos.
Pero no, nada de esto ha servido para relajar al del pito; para dejarle pitar como se supone que sabe.
En los tiempos en que se hacía la mili, a los reclutas se les decía que cuando entraran en el cuartel, los huevos se los dejaran en la puerta, en referencia a que allí mandaba el que más galones tenía y no el más fuerte o valiente.
A los árbitros les deben dar alguna consigna similar. Cuando entran en un campo de fútbol deben dejarse sus partes masculinas en el vestuario, o directamente los operan cuando les dan el título de colegiados.
El caso es que el Madrid en la liga solo podía conseguir el record para Cristiano Ronaldo en lo que a goles se refiere. Para ello debía marcar dos más, con lo que superaba a Zarra y a Hugo Sánchez, y por lo visto esa era la presión que pesaba sobre Undiano Mallenco.
Todo iba bien en la primera parte en que el Madrid ha dominado y marcado dos goles, pero en la segunda, el Villarreal a tomado el timón y ha empezado a jugar como sabe, acortando las distancias, con lo que a Undiano se le han cruzado los cables y ha comenzado a arbitrar como su blanco corazón le indicaba y no su cerebro.
Yo tengo claro que todos los jugadores hacen faltas, es algo inherente al juego, pero las más graves, las merecedoras de tarjeta, las más cercanas a las áreas, nunca las hace el Madrid. Estos equipos solo hacen faltas en mitad del campo, y siempre medio involuntarias, no merecedoras de amonestaciones. O al menos así lo ven los árbitros.
O quizá, como decía en el título los encargados de pitar los partidos son unos eunucos que solo pitan lo fácil, lo que saben que no va a traer consecuencias para ellos; no tienen cojones a pitar lo que realmente ven.
¡¡ Ya está bien !!. Señores árbitros, se supone que Uds. cobran de todos los equipos por igual, ¿por qué no nos tratan por igual a todos? Sean un poco más honrados por favor.
Con todo esto no quiero desmerecer el hecho de que C. Ronaldo lanza las faltas de miedo.
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