El Villarreal sufrió ayer una inesperada derrota.
Antes del inicio del encuentro, seguro que la inmensa mayoría de los aficionados no hubieran firmado ni siquiera el empate. Todos hubieran apostado por una victoria más o menos cómoda, pero victoria al fin y al cabo, pero a los pocos minutos del encuentro ya se apreciaba que este Levante había venido a no dejaros tocar la pelota como les gusta nuestros jugadores, y estos cuando no juegan como quieren, la verdad es que les cuesta jugar.
Las ocasiones eran para el Levante, y como no, ¡Tanto va el cántaro a la fuente... !.
Nuestro equipo se empeñaba en entrar en la portería contraria con la pelota controlada por el centro de la defensa, lo que resultaba imposible por la aglomeración de jugadores que el Levante acumulaba en esta zona.
Ante esta situación ¿Qué se puede hacer?, decídmelo los entendidos.
Quizá habría que jugar por las bandas, pero en esta ocasión fueron muy pocos los balones que llegaron por esta vía.
Solo quedaba el tiro potente desde fuera del área. No para marcar el gol, que también podría haber llegado, sino para que los defensas tuvieran que salir un poco de sus demarcaciones para frenar a los cañoneros, con lo que hubieran dejado más espacios para la entrada de los hombre hábiles.
Pero Sena no está, y ni Cazorla, ni Cani que en los últimos partido ha tomado el protagonismo de los chuts potentes, y no lo digo por el que marcó desde medio campo; en esta ocasión ni lo intentaron.
Total que a medida que el partido avanzaba los nervios se apoderaron del equipo, el juego se enmarrulló y al final tres puntos que se fueron del Madrigal.
Tres puntos que ahora no son tan importantes porque teníamos un pequeño colchón, pero que el final podemos necesitar en nuestra lucha por ocupar puestos Champions, Así que a estudiar otras formas de juego, ya que si el resto de equipos copia al Levante, nos van a poner las cosas difíciles.
Endavent Villarreal.
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