Hoy se ha celebrado, de hecho aun se está celebrando cuando escribo estás líneas, la I Feria Oulet de Villarreal.
La participación se ha reducido a unos 17 comercios, al menos este era el número de carpas que había instaladas. Igual algún comercio ocupaba más de una, con lo que el número de comercios representados sería menor.
Supongo que la coincidencia del fútbol (12:00) con la hora del paseo, habrá influido en el número de visitas y por lo tanto en las ventas.
Yo he pasado un par de veces y no he visto una afluencia de personas lo suficiente como para considerar la feria como un éxito, aunque eso lo tienen que decir los propios comerciantes y los organizadores, que habrían establecido los objetivos del evento y habrán evaluado si estos se han cumplido o no.
En cualquier caso, entiendo que este tipo de actos, al igual que otros que se organizan para atraer gente a los comercios de nuestra ciudad, obedece a que en Villarreal, en lo que a comercios se refiere, tenemos un problema.
Estamos a un tiro de piedra de Castellón, y mucho más cerca aún del Centro Comercial Salera, que a la postre es quien se lleva las ventas de la mayoría de las compras que realizan las gentes de la Plana.
Yo ya he defendido en algunas ocasiones a nuestro comercio. Me gustaría poder convencer a nuestra gente de que antes de irse a Castellón, buscaran el producto deseado en el pueblo, pero en la mayoría de los casos me responden con el mismo argumento, y es que al parecer, a la gente le preocupa el entrar en un comercio de nuestra ciudad y si no encuentran el artículo deseado, no saber somo salirse sin realizar alguna compra y no quedar mal con el dueño, que además es vecino.
Esto no ocurre en la capital, sea centro o Salera, ya que en principio hay más libertad para curiosear incluso sin intención de comprar, pero en el caso de haber iniciado la compra, y siendo atendido por un o una dependiente, si el artículo no es de nuestra entera satisfacción, nos cuesta menos decir que no lo queremos.
Si este sistema funciona, ¿por qué resulta tan complicado copiarlo en nuestros establecimientos?. ¿No se podrían distribuir la mercancía de modo que se pudiera curiosear sin tener al dependiente detrás y que el cliente reclamara su ayuda si la necesitara o cuando realmente estuviera convencido de que ha encontrado lo que buscaba?.
Si hubiera esta libertad, la gente saldría por el centro a pasear y entraría en las tienda a ver los artículos expuestos, quizá en la mayoría de los casos a curiosear, pero aun en estos casos algo se puede vender.
Por otra parte, y esto lo digo como idea para la UCOVI, se podría crear un centro de ventas por Internet conjunto a todos los comercios asociados.
Una plataforma en la que cada comercio pudiera mostrar los artículos que deseara y los precios. Supongo que UCOVI tendrá alguna oficina donde un solo empleado sería suficiente para recoger las compras y avisar al comercio responsable del artículo comprado para que prepare el pedido y lo lleve a UCOVI, donde una empresa de mensajería lo recogería para su entrega. Seguramente al principio esto costaría darlo a conocer y habría pocas ventas, pero con el tiempo podría ser un capitulo a tener en cuenta.
Bueno, todo este rollo ha venido a cuento de la Feria Oulet que, como ya digo, no se el éxito que habrá tenido, pero por mucho que tenga, en un día no se solucionan los problemas de nuestro comercio. Hay que buscar propuestas que generen un cambio de mentalidad, adaptándolo a las nuevas necesidades y los nuevos gustos de los compradores.
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