Veintidós años, según la página del Ayuntamiento, lleva haciéndose el “Festival Internacional de Teatre de carrer”.
Para ser honesto conmigo mismo y con los que podáis leer esta página, tengo que deciros que nunca he visto una representación del mismo, es más siempre he estado en contra del gasto que supongo que representará para la ciudad este tipo de espectáculos.
Además, la mayoría de las personas con las que alguna vez he podido comentar este tema, están conmigo, incluso hay quien me ha dicho que si va por alguna calle y se encuentra con algún grupo de saltimbanquis, da la vuelta para ni siquiera tener que pasar por allí.
Este año, como tenía la intención de escribir unas líneas en este blog, me he molestado en asomarme a la ventana para hacer las fotos, y ¡Oh sorpresa! Había gente mirando, participando, aplaudiendo, divirtiéndose. Padres con niños, parejas de novios, pandillas de jóvenes, gente mayor,...
Me he dado cuenta de que este festival mueve personas a su alrededor. (En honor a la verdad, algunas de las representaciones tenían poca afluencia de público, pero supongo que sería debido a la hora de la misma). Ya digo que no se lo que cuesta cada representación, pero creo que en general queda justificado el gasto por lo bien que la gente se lo pasa.
Además (a pesar de las excepciones), los tramoyistas vienen bien preparados. No se trata de representar un cuento o una parodia sin ningún tipo de medios. Todos tienen su escenario, sus instrumentos o música grabada, sus disfraces, sus artilugios.
En otras páginas de este mismo blog, he comentado la necesidad que tiene nuestra ciudad de actos que la diferencien de nuestras vecinas, actos como este, que atraigan turistas, aunque sean provinciales,
Para ser honesto conmigo mismo y con los que podáis leer esta página, tengo que deciros que nunca he visto una representación del mismo, es más siempre he estado en contra del gasto que supongo que representará para la ciudad este tipo de espectáculos.
Además, la mayoría de las personas con las que alguna vez he podido comentar este tema, están conmigo, incluso hay quien me ha dicho que si va por alguna calle y se encuentra con algún grupo de saltimbanquis, da la vuelta para ni siquiera tener que pasar por allí.
Este año, como tenía la intención de escribir unas líneas en este blog, me he molestado en asomarme a la ventana para hacer las fotos, y ¡Oh sorpresa! Había gente mirando, participando, aplaudiendo, divirtiéndose. Padres con niños, parejas de novios, pandillas de jóvenes, gente mayor,...
Me he dado cuenta de que este festival mueve personas a su alrededor. (En honor a la verdad, algunas de las representaciones tenían poca afluencia de público, pero supongo que sería debido a la hora de la misma). Ya digo que no se lo que cuesta cada representación, pero creo que en general queda justificado el gasto por lo bien que la gente se lo pasa.
Además (a pesar de las excepciones), los tramoyistas vienen bien preparados. No se trata de representar un cuento o una parodia sin ningún tipo de medios. Todos tienen su escenario, sus instrumentos o música grabada, sus disfraces, sus artilugios.
En otras páginas de este mismo blog, he comentado la necesidad que tiene nuestra ciudad de actos que la diferencien de nuestras vecinas, actos como este, que atraigan turistas, aunque sean provinciales,
que den vida a nuestras calles, a nuestros restaurantes, a nuestros comercios, que nos muestren como una alternativa a la hora de salir a pasear y a pasar un rato agradable.
Así pues, valga este escrito para congratularme con los organizadores del “Festival de Teatre de carrer”. Ánimo y a seguir organizándolo por muchos años. ¡Enhorabuena!
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