Ayer (09/05/09) fue un día de celebraciones en nuestra ciudad. Por la mañana comuniones, por la tarde bodas y por la noche la proclamación de la reina de fiestas.
Para nuestra familia el día estuvo marcado por la penosa pérdida de mi padre político, y su entierro.
Por cierto, antes de continuar quiero agradecer a todos y cada uno de los que nos acompañaron durante las horas previas al entierro, en el tanatorio, y a todos los que acudieron a la celebración de la Eucaristía y posterior entierro en San Pascual, su compañía y las oraciones por el eterno descanso del alma de mi suegro.
Dicho esto sigo con mi exposición.
Los Psicólogos manejan el término Círculo de Seguridad para referirse al entorno en que una persona se mueve habitualmente. Dentro de este círculo estarían englobadas, tanto las personas, como los espacios, como las circunstancias; es decir, Cualquier persona ajena a nuestro quehacer cotidiano puede alterar el círculo y hacernos temer algo (posito o negativo). Cualquier salida de nuestros espacios habituales, (un viaje p.ej.) nos pone en alerta, y por supuesto cualquier circunstancia de la que seamos protagonistas también nos obliga a estar alertas para que todo salga bien.
Evidentemente, con el tiempo cualquier elemento extraño al círculo, si perdura lo incorporamos al mismo, incluso el cuidado de un enfermo que a la persona que le viene de nuevo, le parece tan duro y pesado, a los profesionales del tema les parece lo más normal del mundo y es esa rutina la que les mantiene dentro de su espacio seguro.
Para nuestra familia el día estuvo marcado por la penosa pérdida de mi padre político, y su entierro.
Por cierto, antes de continuar quiero agradecer a todos y cada uno de los que nos acompañaron durante las horas previas al entierro, en el tanatorio, y a todos los que acudieron a la celebración de la Eucaristía y posterior entierro en San Pascual, su compañía y las oraciones por el eterno descanso del alma de mi suegro.
Dicho esto sigo con mi exposición.
Los Psicólogos manejan el término Círculo de Seguridad para referirse al entorno en que una persona se mueve habitualmente. Dentro de este círculo estarían englobadas, tanto las personas, como los espacios, como las circunstancias; es decir, Cualquier persona ajena a nuestro quehacer cotidiano puede alterar el círculo y hacernos temer algo (posito o negativo). Cualquier salida de nuestros espacios habituales, (un viaje p.ej.) nos pone en alerta, y por supuesto cualquier circunstancia de la que seamos protagonistas también nos obliga a estar alertas para que todo salga bien.
Evidentemente, con el tiempo cualquier elemento extraño al círculo, si perdura lo incorporamos al mismo, incluso el cuidado de un enfermo que a la persona que le viene de nuevo, le parece tan duro y pesado, a los profesionales del tema les parece lo más normal del mundo y es esa rutina la que les mantiene dentro de su espacio seguro.
Por otra parte tengo que admitir que no es bueno encerrarse en él, es importante ir incorporando cuantos más elementos mejor. Es bueno conocer gente, es bueno y muy bonito viajar, es estupendo relacionarse. El verdadero problema no lo tiene el que habitualmente sale de su círculo, ya que lo amplía, sino el que tiene un círculo seguro muy pequeño y es incapaz de salir de él.
Según esto ayer una gran parte de los villarrealenses estaban fuera de su círculo de seguridad, participando en alguno de los diversos actos sociales mencionados, y esto provoca un estado de atención superior al normal que, aunque no nos demos cuenta nos agota, por ello cuando regresamos a casa, y nos quitamos los zapatos, no podemos por menos que exclamar “...Casa mía y cama mía ...” en referencia a que por más a gusto que hayamos estado en la celebración correspondiente, como en casa no se está en ningún sitio.
Por más que nos guste viajar, por más que nos guste ir de fiesta, por más que nos guste conocer mundo y gentes nuevas, al final, por suerte, siempre volvemos a nuestra... bendita rutina.
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