Estos días he tenido la ocasión de moverme por nuestra ciudad a las horas en que lo hace todo el mundo. No es algo que pueda hacer habitualmente, ya que a estas horas estoy recluido en mi trabajo. Me ha sorprendido la cantidad de personas que pululan por nuestras calles, sobre todo las céntricas, no se si ello obedece a una intensa activada comercial, o muchas de las personas es que no tienen nada mejor que hacer y curiosean de aquí para allá. El caso es que el movimiento de vehículos es tan frenético como el de personas. Las principales vías de comunicación están prácticamente colapsadas, y yo me pregunto ¿Dónde van tanta gente con sus coches?.
Yo me he molestado en ver lo que cuesta ir desde la estación de RENFE al campo de fútbol de El Madrigal, por poner dos puntos diametralmente opuestos de la población, y a ritmo de paseo, cuesta 20 minutos. Lo digo porque con el coche, suponiendo que el tráfico sea normal, y sin contar el tiempo perdido en encontrar aparcamiento, no creo que se baje de los 10 minutos. Y digo yo ¿Compensa coger el coche por diez minutos?.
La mayoría de los trayectos que una persona puede necesitar realizar en nuestra ciudad, seguro que son más cortos que el descrito, con lo que los tiempos se reducen proporcionalmente. Además tenemos (supongo que aun existe) un servicio de bus urbano, que las pocas veces que casualmente me he cruzado con él va siempre vacío.
Por si fuera poco, el Ayuntamiento, visto el éxito que han tenido las bicicletas (¿?), va a ampliar el número de ellas.
Con todo, ¿Qué necesidad tenemos de desplazarnos por la población con en coche?.
La única justificación la tienen las personas con algún impedimento físico para caminar, o las que desplazan mercancías pesadas, incluyendo en ellas a las amas de casa que hacen la compra semanal en algún supermercado y tienen que regresar cargadas. Incluso a estas les propondría volver a realizar la comprar en la tradicional tienda de la esquina, darían trabajo a más familias y el dinero se quedaría en nuestra ciudad, no como en el caso de las grandes superficies.
Yo tengo por costumbre no coger el coche más que cuando tengo que salir de la población, entendiendo por población el núcleo urbano, es decir, si voy a la ermita, voy con el coche, a no ser que lo haga por el placer de pasear, y ello me reporta importantes satisfacciones, siendo una de ellas el contacto con la gente que te encuentras en las calles, aparte del ejercicio físico tan recomendable para la salud en la mayoría de los casos. Además considero que estoy contribuyendo a mantener un poca menos contaminada nuestra atmósfera ya suficientemente castigada por la industria que nos rodea.
Por no extenderme mucho más, me gustaría terminar animando a todos los que podáis a olvidaros un poco de los vehículos a motor, en los desplazamientos urbanos. Al principio puede parecer pesado pero a la larga resulta muy beneficioso.
1 comentario:
Siempre vamos corriendo a los sitios, sin embargo siempre llegamos tarde, actualmente el tiempo es un bien escaso, y caemos en la paradoja de que con el coche siempre llegamos antes, aunque tengamos que ir a la farmacia de la esquina, sin tener en cuenta la cantidad de CO2 que no emitimos a la atmosfera, con la consiguiente calidad del aire, ya de por sí maltratado por las industrias. Estoy de acuerdo,más zapato y disfrutar de los paseos, que aqui hace un microclima que quitando de las dos semanas de frio es un placer ir a los sitios a pie. Para ejemplo solo hay que pasear hacia la ermita, y las grandes avenidas, para ver como a todas horas esta la gente paseando por prescripción médica, por placer o por desplazarse. Ojala el ejemplo vaya en aumento.
Te felicito por reflexionar sobre este tema, que a todos nos compete.
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