Ayer tuvimos día completo. Por la mañana feria de antigüedades, por la tarde juegos infantiles.
Esta ya debe ser la tercera que se realiza en la Plaza Mayor a razón de una al mes, no sé si en la del Labrador se sigue realizando ni la periodicidad con que se hace, en cualquier caso, no comprendo como esta actividad da para tanto.
Personalmente conozco a dos personas que se podrían interesar por la compra de algún objeto antiguo, y una que tiene objetos de este tipo para vender, es decir un porcentaje muy bajo para la gran cantidad de consumidores que hay en nuestra sociedad. Por otro lado, no todos los objetos "viejos" son "antiguos". Viejos aparecen todos los días, antiguos es difícil encontrarlos, por lo que lo más probable es que a estas ferias acudan siempre los mismos vendedores, con los mismos objetos y para los mismos compradores, que una vez vistos, el único interés que pueden tener es la curiosidad por si alguien saca algo nuevo.
En fin, pintoresco queda un rato, pero negocio le veo poco, a lo mejor es porque no lo entiendo. Si alguien se anima, que me lo explique.
En cuanto a los juegos infantiles de la tarde, hoy me he enterado por el periódico que se llama "Juga a la plaça". Una nueva iniciativa de nuestro ayuntamiento para atraer a los niños a la plaza, para que se relacionen entre ellos y que no estén todo el día jugando a la wii . Por cierto, una de las actividades que se presentaban era la wii. Había cuatro para que los niños pudieran probarlas y jugar con ellas, así que se aficionen, que las pidan a sus padres y que jueguen en casa solos.
Por qué no promocionan juegos de calle, en los que se tenga que jugar en equipo, que los niños se obliguen a participar en estos juegos junto a otros niños, que se creen lazos de amistad y que se potencien los valores que todo esto conlleva.
Estamos, y digo estamos, porque nos concierne a toda la sociedad, propiciando niños solitarios, que aprenden de las películas y de las videoconsolas toda la violencia que en ellas se muestra, y que no reconocen en los demás a sus semejantes, sino a sus enemigos, que hay que eliminar en cuanto sean un estorbo para la consecución de sus fines. Como se suele decir "Huston, tenemos un problema" (John Swigert, Apolo XIII)y me temo que vamos a llegar tarde para resolverlo, de hecho para muchas personas ya es tarde, pues esto no es nuevo, viene de hace muchos años, tantos que es posible que muchos de los delincuentes de ahora sean los niños insociables de antaño, que nadie se preocupó de que jugaran con otros niños, que perdieron su auto estima y que la única forma que tienen de recuperarla es manifestándose con toda la violencia que han aprendido en sus juegos solitarios de videoconsolas o en las películas en las que se han identificado con sus héroes.
Hagamos algo para recuperar a los jóvenes, y sobre todo a los niños que después serán jóvenes, pongamos las bases para que estos no caigan en nuestros errores a ver si en un par de generaciones como mucho podemos erradicar la violencia de nuestras calles, sería un buen comienzo para seguir luchando hasta que desaparezcan hasta las guerras de la faz de la tierra (¡Que utopía!, ¿No?).
Esta ya debe ser la tercera que se realiza en la Plaza Mayor a razón de una al mes, no sé si en la del Labrador se sigue realizando ni la periodicidad con que se hace, en cualquier caso, no comprendo como esta actividad da para tanto.
Personalmente conozco a dos personas que se podrían interesar por la compra de algún objeto antiguo, y una que tiene objetos de este tipo para vender, es decir un porcentaje muy bajo para la gran cantidad de consumidores que hay en nuestra sociedad. Por otro lado, no todos los objetos "viejos" son "antiguos". Viejos aparecen todos los días, antiguos es difícil encontrarlos, por lo que lo más probable es que a estas ferias acudan siempre los mismos vendedores, con los mismos objetos y para los mismos compradores, que una vez vistos, el único interés que pueden tener es la curiosidad por si alguien saca algo nuevo.
En fin, pintoresco queda un rato, pero negocio le veo poco, a lo mejor es porque no lo entiendo. Si alguien se anima, que me lo explique.
En cuanto a los juegos infantiles de la tarde, hoy me he enterado por el periódico que se llama "Juga a la plaça". Una nueva iniciativa de nuestro ayuntamiento para atraer a los niños a la plaza, para que se relacionen entre ellos y que no estén todo el día jugando a la wii . Por cierto, una de las actividades que se presentaban era la wii. Había cuatro para que los niños pudieran probarlas y jugar con ellas, así que se aficionen, que las pidan a sus padres y que jueguen en casa solos.
Por qué no promocionan juegos de calle, en los que se tenga que jugar en equipo, que los niños se obliguen a participar en estos juegos junto a otros niños, que se creen lazos de amistad y que se potencien los valores que todo esto conlleva.Estamos, y digo estamos, porque nos concierne a toda la sociedad, propiciando niños solitarios, que aprenden de las películas y de las videoconsolas toda la violencia que en ellas se muestra, y que no reconocen en los demás a sus semejantes, sino a sus enemigos, que hay que eliminar en cuanto sean un estorbo para la consecución de sus fines. Como se suele decir "Huston, tenemos un problema" (John Swigert, Apolo XIII)y me temo que vamos a llegar tarde para resolverlo, de hecho para muchas personas ya es tarde, pues esto no es nuevo, viene de hace muchos años, tantos que es posible que muchos de los delincuentes de ahora sean los niños insociables de antaño, que nadie se preocupó de que jugaran con otros niños, que perdieron su auto estima y que la única forma que tienen de recuperarla es manifestándose con toda la violencia que han aprendido en sus juegos solitarios de videoconsolas o en las películas en las que se han identificado con sus héroes.
Hagamos algo para recuperar a los jóvenes, y sobre todo a los niños que después serán jóvenes, pongamos las bases para que estos no caigan en nuestros errores a ver si en un par de generaciones como mucho podemos erradicar la violencia de nuestras calles, sería un buen comienzo para seguir luchando hasta que desaparezcan hasta las guerras de la faz de la tierra (¡Que utopía!, ¿No?).
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