Todos estamos de acuerdo en el envejecimiento de la población. Cada vez la
esperanza de vida es mayor, mientras que el índice de nacimientos disminuye
alarmantemente, incluso teniendo en cuenta los nacimientos de hijos de inmigrante
afincados en España.
Estos dos problemas unidos deberían hacernos pensar en una
falta de mano de obra, tanto especializada como sin cualificar, y más sabiendo
que nuestros jóvenes mejor preparados se buscan la vida fuera de nuestras
fronteras, debido a la precariedad del empleo nacional.
Esto no se entiende, en tanto en cuanto está reñido con
cualquier lógica económica.
Por una parte, y a pesar de retrasar la fecha de jubilación,
los mayores van abandonando el mercado laboral. Por otra parte los jóvenes no
consiguen empleos, y cuando lo consiguen es tan precario que no se consigue una
estabilidad en lo que a ingresos en la Seguridad Social se refiere.
En cambio, la mayoría de las empresas, desde las más grandes
a las más modestas, siguen funcionando y, al parecer, de un tiempo a esta
parte, vuelven a generar beneficios para sus propietarios.
En otros tiempos pretéritos, cuando una empresa ganaba
dinero, ampliaba plantilla, con contratos indefinidos, procuraba retener a sus
mejores activos con jornales apetecibles, incentivaba la producción, con
beneficios sociales, tipo permisos o vacaciones remuneradas,…
En la actualidad, cuando una empresa va bien, adquiere
tecnología, compra máquinas, robots, que realizan las tareas de más personas, y
no les cuestan dinero, ya que en la mayoría de ocasiones, las inversiones de
este tipo se van desgravando contablemente durante una serie de años, con lo
que disminuyen sus beneficios declarados y reducen sus impuestos a pagar. Y
encima no hay que pagarles ninguna nómina, con las cotizaciones que ello
conlleva, tanto por la cuota empresarial como por la obrera.
Visto lo cual, y sin querer hundir a ninguna empresa, yo me
pregunto: ¿No habría alguna forma de que estas máquinas, que realizan tareas de
personas, cotizaran a la Seguridad Social? ¿No se podría evaluar su trabajo y
ver a cuantas personas sustituye y que, al menos, las empresas pagaran la cuota
empresarial?
Aun pagando esta cotización, que es muy poca, ya que la
mayor parte de las cotizaciones las soporta el trabajador, a las empresas les resultarían
rentables, ya que seguirían ahorrándose las nóminas y no sufrirían las
enfermedades de estos empleados, ni deberían pagarles las vacaciones,…
Vosotros me diréis, ¿Y los mantenimientos de las máquinas, quién los paga? ¿No
supondrá este un gasto superior a las nóminas ahorradas?
Supongo que no, ya que de lo contrario no se pondrían robots
en ninguna empresa, pero voy a ir un poco más lejos: ¿Y si para poder dotar de
la última tecnología a una fábrica, los trabajadores susceptibles de ser
sustituidos fueran los que adquirieran la máquina y la pusieran a disposición
de la fábrica, a cambio de unos jornales mensuales pactados, que cobrarían sin
ir a trabajar, con la única obligación de mantener la máquina en optimas
condiciones?. De este modo, la empresa se beneficiará de la tecnología, los
trabajadores mantendrían unos jornales y la Seguridad Social seguiría
ingresando sus cuotas, tanto la empresarial, como la de los trabajadores.
En fin, de momento parece una idea descabellada, pero igual dándole algunos
retoques podría ser la solución al futuro de las pensiones.
Podéis opinar añadiendo comentarios, a ver si entre todos le damos alguna idea al
gobierno.
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