Ayer tuvimos ocasión de ver una etapa del Tour de Francia, al menos, sorprendente.
Cando todos esperábamos que tras algunos escarceos entre Contador y Andy Schleck, la etapa se resolviera llegando juntos a la línea de meta, como mucho con algún segundo a favor de uno o de otro en función de sus fuerzas, una incidencia mecánica propició un ataque del español y una impresionante persecución del hasta ayer líder de la ronda gala. La bajada fue vertiginosa por parte de ambos, pero el mayor número de componentes del grupo de Contador hizo que las fuerzas se decantaran a su favor y le fue sacando los suficientes segundos como para convertirse en el nuevo portador del jersey amarillo.
Yo siempre he comparado el ciclismo a la vida misma, y este, por desgracia, es un ejemplo de la misma.
La competitividad con que se afrontan los retos de la vida, muchas veces se ve resueltos por avatares ajenos a esta sana competitividad, y las personas que se ven beneficiadas por ello, se aprovecha sin ningún pudor. Lo digo porque en unos momentos en que el empleo está tan difícil, en demasiados casos acceden a puestos personas que en buena lid se verían superadas por otras con mejor preparación, pero que gracias a los “enchufes”, no les dan, ni siquiera la posibilidad de poder demostrarlo.
En ambos casos, en el ciclismo y en la vida, hay y habrá defensores de ambas posturas; el que piensa que la deportividad debe primar sobre todo y quien opine que todo vale con tal de salir vencedor.
No voy a juzgar a nadie, tal y como es mi política, pero lo más probable es que la amistad que reinaba hasta ahora entre ambos deportistas, se vea afectada, lo mismo que ocurre en las relaciones personales dentro de una empresa, cuando alguien accede a puestos superiores con menores méritos que otros compañeros, y valiéndose de artimañas ajenas al trabajo.
3 comentarios:
Estimado Pedro, ya quisiéramos que el esfuerzo, pundonor, valentía, preparación, dedicación, espíritu de superación etc. Que se da en el ciclismo (deporte en general) fuera como la vida misma, mejor nos iría.
El deporte, como en la vida misma está lleno de tropezones, yo creo que lo que hace la diferencia entre unas personas y otras es la forma de gestionarlos. La competición profesional deja muy poco margen para exhibiciones de caballerosidad, lo que ocurrió ayer en el tour, fue simplemente un error de Shleck, quizá propiciado por la ansiedad del momento, que Contador aprovechó llevado por la dinámica del momento en la carrera. Lo verdaderamente grandioso fue el espectáculo que nos regalaron después, la lucha, el coraje y la generosidad de estos dos grandes ciclistas, arriesgándose hasta el límite en una bajada escalofriante. Pero aquí solo gana uno, y esa es la diferencia con la vida, todos podemos hacer nuestra carrera, ojalá que el modelo de los deportistas sirviera para infundirnos un poco mas de esfuerzo y voluntad para conseguir nuestras metas. Contador tuvo un golpe de suerte y no se paró a especular, reconoció el momento, asumió la circunstancia y derrochó generosidad para alcanzar su sueño. Para mí, un ejemplo a seguir.
Gracias Manoli, por tu comentario. Efectivamente es importante la compititividad en todos los sentidos, pero precisamente hasta el mismo Contador es consciente de que no actuó correctamente, ya que él mismo pide perdón en un vídeo que colgó anoche en YouTube (http://www.youtube.com/user/albertocontador0com).
El mensaje estaba en la falta de rigor empresarial que existe en España, y no en el ciclismo.
Nuestra sociedad siempre se queja de salarios bajos, pero lo cierto es que los salarios van cogidos de la mano de la productividad y aquí nuestro país, a excepcion del Pais Vasco y Madrid, deja bastante que desear. Los almuerzos y toda clase de artimañas para escaquearse del trabajo hacen gracia, pero cuando vemos que la nómina es baja ya no nos hace tanta gracia, y la mayoría de gente no tiene el suficiente cerebro para darse cuenta de que una cosa va ligada a la otra. Yo almenos creo que puedo tener la conciencia bastante tranquila al respecto, pero en general los horarios mal confeccionados por parte de las mismas empresas y la poca implicación con su empresa de muchos trabajadores entre otras formas de escaqueo hacen que esto sea así
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