En el discurso que el Rey tiene por costumbre dirigir a los
ciudadanos por Navidad, y concretamente en el de 2011, afirmó que "la
Justicia es igual para todos".
El ministro de Educación José Ignacio Wert, por su parte y
en referencia al caso de Messi afirmó que "la ley es igual para
todos".
En este caso las referencias que planteo no vienen por ninguno
de los delitos de los muchos "chorizos" que siguen apareciendo España
sino que viene por un tema mucho más cercano y cotidiano.
Hace unos días una persona cercana a mi entorno, en un
semáforo en rojo, con el coche parado, realizó una corta llamada telefónica
para avisar que estaba llegando a un destino y que quien la esperaba estuviera
preparada para subir al coche sin que tuviera que aparcar.
La suerte quiso que llegara a su altura y se parara a su
lado un vehículo de la policía local, con dos jóvenes agentes que inmediatamente
aprovecharon para denunciarla y lo que es peor, quitarle tres puntos del carné
de conducir.
Efectivamente es lo que la Ley contempla, que no se puede
hacer uso del móvil mientras se está conduciendo, y el estar parado en un
semáforo es una circunstancia de la conducción.
En este caso, pues, la Justicia actuó en consecuencia de la
Ley y está bien aplicada. Nada que decir al respecto.
Pero todos sabemos que el hablar por el móvil conduciendo, y
cuando digo conduciendo me refiero además a realizarlo con el vehículo en
movimiento, es un hecho muy habitual y que igual que lo sabemos nosotros lo
sabe la policía, y lo sabe porque lo ve.
Pero, en demasiadas ocasiones, dependiendo del aspecto del conductor, hacen la
vista gorda. Es decir, si consideran que el infractor les va a poner en algún
aprieto, pasan del tema y no lo denuncian.
A mi, si el denunciar o no a alguien no me influyera en
nada, pues incluso me alegraría de que no lo hicieran, pero al final el dinero
de las multas van a parar a las arcas municipales, por lo que cuanto más llenas
están menos tendremos que pagar vía impuestos, por ello me interesa que el que
la haga que la pague, en todos los casos, incluso las multas de tráfico.
Desde estas líneas lo que pretendo es que la policía sea lo
más profesional posible, cosa que no pongo en duda, pero también lo más
valiente, cosa que ya dudo un poco (al fin y al acabo son personas y el miedo
es intrínseco al ser humano), y que apliquen la justicia de acuerdo con la ley
pero a todo el mundo por igual, a pesar de las consecuencias que ello les pueda
acarrear.
Estamos hablando, como he dicho, de casos cotidianos, cada uno que lo
aplique a la escala que quiera.
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