No descubro nada si digo que las cosas pintan muy mal.
Pintan muy mal desde todos los puntos de vista desde los que se pueda enfocar.
La economía va mal. El trabajo va mal. La política va mal. La justicia va mal. La educación va mal. La sanidad va mal. El sistema de pensiones va mal. Las inversiones van mal. La banca va mal. La seguridad va mal. ...
Cada día aparecen más casos de corrupción entre nuestros políticos, cada día incrementa el número de parados, cada día disminuye el número de afiliados a la seguridad social, cada día hay más personas viviendo por debajo del límite de la pobreza, cada día se incrementan los expedientes por resolver en los juzgados, cada día hay mas casos de violencia, ...
El caso es que las conversaciones en pequeños corrillos de amigos, los debates en las televisiones y en las radios, los artículos de los periódicos; todo gira en torno a lo mal que va todo y a lo mal que lo está resolviendo el gobierno, que se escuda en lo mal que lo gestionó el gobierno anterior.
Todo son críticas, de unos para los otros, pero que pocos se atreven a aportar soluciones si no es su obligación. Incluso los que tienen la obligación de aportarlas, se ven criticados incluso antes de saber si sus propuestas serán capaces de aportar mejoras.
Aunque a pesar de todo, sigo considerándome apolítico, todos tenemos tendencia hacia un color y como si de un filtro se tratara todo lo vemos teñido en esa gama cromática, justificando lo que desde ese lado provenga y criticando lo contrario.
Esto hace que España este dividida, que las comunidades estén divididas, que los pueblos esten divididos y que no haya manera de ponernos de acuerdo en nada.
Desde estas líneas quisiera apelar a un sentimiento de unidad entre las fuerzas políticas de nuestra ciudad, entre las fuerzas políticas de nuestra comunidad, entre las fuerzas políticas de España, y como no entre todos los españoles, orgullosos de serlo o no. No es momento de querellas sino de sumar fuerzas para recuperar la confianza en nosotros mismos como pueblo, como nación. Momento de sumar fuerzas para demostrar a Europa que no somos una nación rota, que se puede confiar en nosotros, que se puede invertir en España. Sumar fuerzas para encontrar solución a los mucho problemas que nos acucian.
No me vale que para la izquierda todo lo que haga la dercha esté mal, ni por supuesto, que todo lo que plantee la izquierda sea rechazado de plano por la derecha. Todos podemos y debemos aportar ideas para salir de esta delicada situación, y si entre todos tenemos una idea buena, bien venida sea, no la desechemos por no provenir de nuestro partido. Aprovechémonos de ella, seamos honestos y demosle la medalla a quien se la merezca. Lo importante ahora es salir de la tan traida y llevada crisis, salvar España. Si somos capaces de ello, ya vendrán tiempos de abundancia en que para entretenernos podremos debatir si blanco o negro, si rojo o azul, ahora seamos tranparentes para luchar todos por un mismo objetivo, que al fin y al cabo todos vamos en el mismo barco y si se hunde nos ahogaremos.
2 comentarios:
Comparto la mayor parte de lo que dices, pero en el fondo de la cuestión está que el que aunque cada uno lo ve desde su filtro (y no son dos colores sólo sino bastantes más) demasiada gente se considera "apolítica". Si además de hablar y quejarse en corrillos y en mesas de café, muchos más ciudadanos se decidiera a actuar como "políticos", implicándose en una tarea que es común, quizá la situación no hubiera llegado a estos extremos.
Aún se está a tiempo, pero siempre que no dejemos que las soluciones caigan de manera mágica desde los "profesionales" de la política, y seamos todos los ciudadanos quienes nos impliquemos políticamente desde nuestras lícitas y diversas visiones democráticas, más allá de los corrillos y las críticas a los demás.
Efectivamente, Jacinto, por ahí van los tiros, por que todos nos impliquemos. Yo cuando digo que me considero apolítico no quiero decir que pase de la política, sino que no me identifico con un partido político, aunque por inercia sienta más simpatía por unos que por otros (eso es inevitable). yo considero que vivo en una sociedad y que hay que luchar por ella, y aporto ideas a quien me quiere escuchar, y no rechazo de plano las de los demás por el simple hecho de no ser mías. Las propuestas buenas lo son vengan de donde vengan.
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