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viernes, 3 de junio de 2016

Comida de amigos.

No tengo que valorar la importancia de los amigos en la vida de una persona, pero si he de reflexionar sobre la duración de las amistades.


Es bien sabido que, a pesar de las frases lapidarias que circulan por las redes sociales, en cuanto a que los amigos son para toda la vida, la verdad es que estos viene y van. Efectivamente, los que lo han sido, si buenos, nunca dejarán de serlo, a pesar de que las circunstancias hayan marcado un alejamiento, que no una ruptua. 

Pero esas mismas circunstancias nos acercan a otras personas, en un tiempo desconocidas, pero con unos valores personales afines, cuando no envidiados (envidia sana) con las que compartimos muchas de nuestras horas actuales y con las que nos encontramos felices.

Este es el caso. 

Desde mi prejubilación he podido dedicar mucho más tiempo a mi afición preferida, el ciclismo, y gracias a ella, he coincidio y creado unos vínculos de amistad, con personas a las que de otro modo nunca me hubiera acercado.



Doy gracias a Dios por ello.

El caso es que hoy hemos tenido la ocasión de compartir un almuerzo en casa de mi amigo Enrique Mezquita. Mucho que loar de su casa, pero no viene al caso. Lo importante es, no lo orgulloso y satisfecho que me siento de contarle entre mis amigos, sino de que sea él quién me cuente entre los suyos.

Nos hemos reunido en su casa, Juan, Ernesto, Vera, Julio, Felix el propio Enrique y yo, para dar buena cuenta de las viandas que, con su buen hacer gastronómico, nos había preparado y disfrutar de una agradable conversación que se ha prolongado hasta cerca de medio día.  


Embutidos y quesos variados, revueltos de 'bolets', guisado de conejo de monte, con todo lo que se suele acompñar sobre la mesa (aceitunas, papas, almendras, ...) y lo que no es menos importante, todo ello bien regado por cerveza y unas botellitas de vino seleccionado para el efecto, de su bien nutrida bodega.


En fin, todo un placer gastronómico y lo más principal, la compañía de unos amigos, que espero y deseo que sean para siempre.

Gracias Enrique por tu invitación y al resto de participantes por vuestra sistencia.

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